domingo, 25 de octubre de 2009

Matemáticas Luchinas!!

Esta fue la actividad del día sábado 17 de octubre de 2009, en la que problematizamos las operaciones matemáticas, a través de juegos que nos permitieron pensar y descubrir la esencia de las 4 operaciónes básicas: suma, resta, multiplicación y división. Los más peques pudieron conocer formas geométricas con un juego "tangrama"... aquí compartimos algunas fotos y videos!!!

viernes, 23 de octubre de 2009

sesión sábado 23 de octubre

La actividad se divide en 3 grandes bloques:
1) RELAJACIÓN:
Comenzaremos con una relajación de unos 10 minutos para que los niños puedan sentir sus cuerpos, estar más atentos a la actividad posterior y hablarles de lo importante que es cuidar el cuerpo. Luego, mediante estímulos los haremos experimentar los distintos sistemas del cuerpo. (Por ejemplo, los pichamos con una aguja y les explicamos que esa sensación opera gracias al sistema nervioso) Esto durará a los más 10 minutos. Finalmente, les explicaremos brevemente cuáles son los sistermas y que órganos los componen con la ayuda de imágenes de un tamaño razonable para que todos puedan observar. (10 minutos)
Por último, nos dividiremos con el juego de los números en dos grupos (los tíos tb)(5min)
2) COMPETENCIA: Pensando que nunca las actividades duran exactamente lo que hemos planeado, pensamos que esta parte debe comenzar a más tardar las 12:00.
Se trata de que cada grupo dede realizar la mayor cantidad posible de puntos para ganar. Un niño del grupo toma un papel y debe representar lo que dice en éste y puede ser una acción, un órgano, un concepto relacionado con los sistemas y si adivinan los niños de su grupo, el niño que realiza la mímica debe explicar que relación tiene lo representado con los sistemas. Si lo explica ganan 1 punto. (40 min)
3) CONCLUSIÓN: Finalmente, nos entramos a la sala, hacemos un gran círculo y comentamos lo aprendido, elaborando una conclución en común.
Materiales: necesitamos que cada uno traiga espejos chicos y linternas.
La actividad de los niños más pequeños será distinta, tendrán que armar una cara, con la goma eva de sobró ( está más enfocada a los sentidos que a los sistemas).

miércoles, 21 de octubre de 2009

Exposición trabajo voluntario desde Luchín

Buenas tardes, soy Nicolás Toro miembro de la Escuela Libre Luchín, una organización político-social que trabaja en Villa la Reina desde un proyecto educativo con niños de primero a octavo básico, adhiriendo como reflexión y practica de aprendizaje a la Educación Popular. En primer lugar me gustaría dar las gracias por la invitación a este encuentro nacional de monitores del programa Contigo Aprendo. Creo que la existencia de un diálogo democrático respecto al rol del trabajo voluntario entre los distintos agentes de promoción del mismo, sin dudas posibilita un aprendizaje muy relevante para quienes lo practicamos y quienes en el futuro deseen sumarse a alguna de las distintas iniciativas de este tipo que recorren el ancho y largo de nuestro país. Me parece que esta posibilidad de diálogo no sólo es relevante para quienes de alguna u otra forma somos parte del voluntariado, sino también para el país en su conjunto. Es Chile y la humanidad la que se beneficia con la promoción de valores solidarios, en momentos en donde la cultura capitalista pareciera copar los mayores espacios públicos con consecuencias, según mi parecer, muy nocivas.
Antes de partir, me gustaría decir que coincido plenamente con lo que algún día escribió y cantó Víctor Jara, quien hace mas de 30 años atrás le expresó a la juventud revolucionaria chilena: ¡Que cosa mas linda que ser voluntario¡ Claro que sí, de seguro debe de ser uno de los fenómenos sociales que mas alegría y sociabilidad entregan a quienes son parte de esta forma de vida.
Estando muy cerca de cumplir 200 años de vida independiente, Chile presenta, a mi juicio, ciertas características muy preocupantes desde el punto de vista social, las cuales a su vez resultan importantes para situar el rol del voluntariado. En primer término somos uno de los países con peor redistribución del ingreso del mundo, lo que no permite un desarrollo democrático pleno e integrado de nuestra sociedad. El hecho de que la riqueza se concentre en pocas manos, genera un distanciamiento entre los sectores sociales teniendo como consecuencia la existencia de una dinámica de oprimidos y opresores como base de toda configuración social en nuestra realidad. En segundo término los sectores populares de nuestro país, si bien tienen un importante acceso al consumo a través del crédito, presentan grandes rasgos de marginalidad. Geográficamente, las poblaciones se sitúan a las afueras de la ciudades lejos de los barrios mas acomodados y de los sectores céntricos. Existen dinámicas propias del mundo popular y códigos que sólo se manejan en estos espacios. Otro punto que se suma a esta característica de marginalidad, es la presencia de la droga y la delincuencia juvenil que se expande dramáticamente golpeando mayoritariamente a éstos sectores. Sin lugar a dudas, todos nos hemos conmovido con la historia del ´´Cisarro´´, del´´ Loquín´´ y otros tantos que son expresión de una cruda pero viva realidad. Desde un tercer término, hoy en día los espacios de participación ciudadana son muy pequeños y escasos. Nuestra democracia tiene focos de concentración de poder, los cuales no permiten el ejercicio de una ciudadanía participativa. Existe una creciente despolitización en los chilenos, especialmente en los segmentos mas jóvenes. Por último me gustaría destacar una cuarta característica. El hecho de que vivimos en una sociedad altamente consumista e individualista en donde los valores del humanismo solidario resultan cada vez menos atractivos para la juventud y la población en general.
Me parece que estos cuatro términos (injusta redistribución del ingreso, marginalidad, falta de espacios de participación ciudadana y consumismo e individualismo) configuran en la actualidad un marco de problemas sociales pendientes por resolver, para los cuales urge una respuesta. Es en este lugar en donde yo sitúo el rol del trabajo voluntario. Una forma de respuesta a las problemáticas económico-sociales por parte de la ciudadanía organizada, el cual a lo largo de la historia se ha desarrollado de distintas maneras, desde un punto de vista cristiano, estatal, socialista y otros más.
En relación a esta respuesta a la cual me refiero, yo vengo de la Escuela Libre Luchín, una iniciativa que parte hace tres años atrás con un grupo de amigos de distintas carreras universitarias de la ciudad de Santiago.
Nuestro trabajo surge a raíz de unas vacaciones para niños organizadas por un núcleo de amigos en la comuna de la Reina, que en un principio sólo se plantea desde un acto de solidaridad que creíamos necesario para nuestras vidas, a pesar de que individualmente algunos de nosotros teníamos experiencia organizacional en el mundo político, cristiano etc., El lugar: la Villa la Reina, el cual corresponde a un sector popular en donde vive gran parte de la comuna (30%), a pesar de ocupar un pequeño espacio de todo el territorio en la cual ésta se extiende. La Villa la Reina como población, tiene en general todas las problemáticas de carácter social que normalmente se desenvuelven en estos sectores, como la cesantía, la presencia fuerte de la droga y la falta de oportunidades para la juventud. Pero también la gran cantidad de iniciativas de parte de sus pobladores que organizándose buscan mejorar su situación. Una vez realizadas las vacaciones sin tener mayor voluntad que generar un espacio de diversión para los niños de la Villa, nos planteamos la necesidad de realizar un trabajo permanente en el sector, esta vez desde una escuela de reforzamiento con los mismos pequeños que habíamos conocido en el verano, tratando de alguna manera combatir la brecha educacional que existe entre los sectores mas pobres de nuestro país en relación a los sectores mas acomodados. A lo largo del trabajo en la escuela de reforzamiento, que en un principio sólo se reducía a eso, es decir; a repasar los contenidos mínimos que el Ministerio de Educación establece en el programa escolar, nos dimos cuenta como participantes de la organización, de la urgencia de reflexionar sobre la proyección de la labor que estábamos desarrollando; problematizar el porqué de nuestra voluntad solidaria, lo que nos permitió en ese instante configurar un pequeño diagnóstico de la realidad local y nacional. Así nos entendimos parte de una sociedad dominada por las relaciones del mercado, altamente individualista donde es posible ver como gran parte de la ciudadanía se encuentra marginada del progreso social que al parecer estaría ocurriendo en nuestro país, no solo en su dimensión monetaria o económica, sino también desde el punto de vista cultural, educacional etc. En ese contexto nos planteamos la necesidad de contribuir a través de nuestra labor, a la superación de esta dinámica de oprimidos y opresores que creemos ver en toda la realidad mundial, lo que me parece fundamental en el desarrollo del trabajo voluntario. La problematización a que me refiero fue un proceso que se inicia en una búsqueda y que toma sentido al ponernos en contacto con la Educación Popular, movimiento que surge a mediados del siglo XX en Brasil, como respuesta a la problemática social existente en el contexto latinoamericano, de la mano con expresiones tan significativas como el desarrollo de la Teología de la Liberación. Uno de sus máximos exponentes, Paulo Freire propone como fundamentos de la Educación Popular una educación liberadora, fundada en el amor y la esperanza en la que los sujetos educador-educando, a través de las prácticas pedagógicas van CREANDO EL CONOCIMIENTO en forma conjunta y a través de relaciones horizontales, porque todas las personas, no importa de dónde vengan tienen saberes que deben ser compartidos y ser parte del acervo cultural propio de cada sociedad. Para lograr esto es necesario el desarrollo de un pensamiento crítico acerca de la materialidad que representa el mundo, con el objeto que el educador- educando deje de sentirse objeto histórico, posicionándose de esta forma como sujeto histórico generador de una realidad diferente, es por eso que, desde nuestra visión la Educación tiene un carácter eminentemente político. Entonces, un elemento importante que nos posiciona desde un sector determinado en el trabajo social, es nuestra adherencia a la educación popular como marco teórico y práctica política. Creo que desde la educación popular es posible realizar un trabajo voluntario que se distinga de variadas formas.
Tomando en cuenta lo anterior, hemos entendido como organización desde un punto de vista político, que nuestra inserción en Villa la Reina para contribuir efectivamente a la superación de la marginalidad, requiere de la acción conjunta respecto de quienes identificamos como sujetos oprimidos, es decir; como víctimas de la pobreza y la exclusión en un sentido amplio. En la lucha en contra de la desigualdad, necesariamente tienen que tener un rol protagónico los grupos con quien trabaja el voluntariado. Son ellos quienes tienen la posibilidad de superar las ataduras de la pobreza. Existe la urgencia de ver a los marginados como sujetos sociales de cambio, capaces de construir su propio destino histórico y no solamente como receptores de una ayuda solidaria proveniente de quienes están en condiciones de brindarla.
En el terreno práctico, esto nos ha llevado a plantear en un primer punto, la necesidad de entender a los niños con quienes trabajamos, como parte de la organización, con responsabilidades y capacidad de decisión en la orgánica. Es así como nuestra labor se fue transformado desde un adulto que pasa o refuerza materias en una relación vertical con los alumnos quienes serian depositarios del conocimiento trasvasijado, a un motivador y problematizador de la educación a la que aspiran los niños. Creemos que es fundamental una relación de carácter horizontal y democrática entre educadores-educandos. Sólo de esta forma es posible facilitar una conciencia transformadora de la realidad social para quienes el sistema no les es conveniente. De otra manera se niega el carácter de sujeto autónomo de quien asiste el voluntario, lo cual es propio de una concepción de sociedad de masas, en donde existe una relación paternalista y guiada por quienes son los portadores de los beneficios culturales que la realidad económica permite a algunos. En un segundo punto en relación a este tema, creemos que nuestro trabajo debe de superar el espacio físico que significa el aula de clases. Nos definimos como una organización que se vincula con los demás sujetos organizados del plano local, con el objeto de construir colectivamente una realidad distinta a la imperante. Así hemos participado en plazas sociales, en donde las organizaciones de Villa la Reina exponen su trabajo en un mismo lugar público, invitando a la gente a integrarse a las distintas labores que éstas desarrollan, o en pascuas populares u otras actividades de la misma índole. Me parece que este es un tema que también debe plantearse en el voluntariado para poder generar un efectivo poder transformador y dejar de lado el rol asistencialista que en muchas ocasiones no podemos derrotar en nuestro actuar, es decir, cómo transformar el trabajo voluntario en una capacidad revolucionaria en cuanto a las estructuras sociales que generan la desigualdad social, es un desafío no resuelto que sin duda en un desarrollo mas avanzado del trabajo voluntario, nos va a llevar a interesantes diálogos futuros, en los cuales agradeceremos espacios de comunicación como el que hoy día nos convoca en esta mesa.
Estos dos puntos anteriores (entender a los niños como parte de la organización, con responsabilidades y capacidad de decisión en la orgánica y la vinculación con las organizaciones de la Villa), nos encaminan hoy a definirnos como una organización político-social. Política, porque entiende a la pobreza desde un punto de vista estructural y porque cree en acciones colectivas, provenientes principalmente desde el mundo popular para su superación, es decir, como una proyección ciudadana y desconcentrada del poder; y social porque aborda en su actuar una dimensión social, que en nuestra realidad se manifiesta en talleres educativos gratuitos que posteriormente pasaré a explicar. En un primer plano, nos entendemos como un grupo autónomo respecto del Estado, ya que apostamos a la construcción de un poder popular desde y para los marginados, confiando en su capacidad histórica de transformación. En este sentido privilegiamos la autogestión en el plano económico e ideológico, con el objeto de mantener una forma de independencia en cuanto a nuestras estrategias de construcción social y formas de plantear el ejercicio del trabajo solidario, lo que permite un significativo desarrollo de la creatividad en nuestra organización, refiriéndome por supuesto; tanto a los niños que asisten a Luchín como a los monitores. También en un segundo plano nos ha permitido, como señalaba anteriormente, fundamentar nuestra acción social desde relaciones horizontales y democráticas con los educandos, lo que por cierto es aplicable a toda forma de trabajo solidario según mi parecer. Por último, en el terreno del trabajo educativo como forma de voluntariado, la educación popular nos ha llevado a buscar como horizonte la formación de una comunidad, en donde el aprendizaje de niños y monitores se desarrolle como un proceso recíproco de intercambio de conocimientos, entendiendo que no somos los poseedores de una verdad absoluta, sino de un conocimiento que se enriquece en el compartir experiencias con quienes trabajamos. Tenemos la misión de entenderlos como sujetos sociales. En este sentido lo que buscamos como educadores, es la facilitación de un pensamiento crítico en los educandos, algo que por supuesto no significa ocultar nuestras posturas ante la vida, es decir; nuestra visión ideológica de la realidad. Tratamos de evitar en nuestra labor educativa la naturalización de posturas o la dogmatización de conceptos. Sin lugar a dudas, este también es un desafío muy relevante para quienes desarrollan voluntariado en el área de la educación. Tenemos que confesar que este horizonte ha sido difícil de conquistar, cayendo más de una vez como escuela Libre, en practicas poco libertarias del aprendizaje, por ejemplo al decir “la democracia es ESTO…”. Me parece que el hecho de entender, en nuestro caso, a los niños como sujetos sociales con pensamiento crítico, es un acto de confianza en su propia capacidad revolucionaria respecto del entorno de injusticia social en el que se desenvuelven ya que son ellos quienes la experimentan día a día.
A raíz de los cuestionamientos anteriormente desarrollados, nuestra metodología se desarrolla a través de talleres gratuitos los días miércoles (ayudatareas) y la mañana de los sábados para la comunidad de Villa la Reina, que se desenvuelven en tres bloques consecutivos: 1- En un primer espacio, hacemos un reforzamiento de los contenidos mínimos que se plantean desde el Ministerio de Educación, principalmente en el área de Lenguaje y Matemáticas. Debido al hecho de que contamos de una sola sala para el trabajo y que llegan niños de distintos cursos, esto no se materializa en clases expositivas, sino en una ayuda-tareas personalizado con cada niño en donde se van repasando aquella cosas en la cuales éstos tienen deficiencias. La historia de este bloque en la Escuela Libre Luchín representa, a mi juicio, muchas reflexiones que se han dado en el seno de la organización y es una expresión de cómo nuestra adherencia a la educación popular como postura educativa, implica una constante problematización del que hacer en miras a nuestro horizonte revolucionario. Como lo señalé anteriormente, inicialmente el proyecto sólo se basaba en esta forma de trabajo. Posteriormente, cuando comenzamos a pensar la necesidad de plantearnos desde la Educación Popular, empezamos a dar mas espacio al segundo bloque de nuestro programa que en seguida explicaré, principalmente caracterizado por las reflexiones críticas de ciertos temas contingentes para la realidad local de nuestra organización. En un momento del camino recorrido decidimos que el primer bloque era muy representativo de la educación formal, la cual criticábamos profundamente al regirse por valores contrarios a la educación popular, ya que en aquella identificábamos un marcado rol jerárquico de los profesores y por ende un desenvolvimiento de relaciones verticales entre educadores y educandos, lo que se acentúa aún más en las escuelas marginales en las que los Profesores deben intentar acomodarse a situaciones de precariedad para las cuales no los prepara la Universidad. No veíamos tampoco el aprendizaje mutuo en el que se basa la educación popular, sino solo un trasvasijo de conocimientos por parte del profesor. Es por eso que en un momento decidimos suprimir dentro de nuestro programa el reforzamiento escolar, pero con el tiempo, al preguntarle a los niños qué se esperaban dentro la parrilla programática de la organización, nos dijeron que esperaban un mayor repaso de materias propias de su colegio, lo que nos hizo replantear la idea de suprimir el reforzamiento dentro de nuestras prácticas y a tener una mayor atención de lo que esperan tanto ellos como los padres dentro del proceso educativo. Aquello fue muy importante para reafirmar nuestra convicción de orientar el trabajo solidario con y desde la gente con que realizamos nuestros talleres. Si queremos constituir una comunidad educativa entre monitores, niños y apoderados, tenemos que intentar trazar nuestro campo de acción todos en forma conjunta, lo que de todas maneras es un reto permanente no sólo en nuestra organización, sino en todo trabajo voluntario.
2- En un segundo espacio, buscamos problematizar ciertos temas contingentes con miras a fomentar un pensamiento crítico respecto del entorno de los niños. Un ejemplo que hemos desarrollado bastante, son los Derechos del Niño, el tema del conflicto indígena, el trabajo infantil, las demandas estudiantiles, la violencia intrafamiliar, etc. Este bloque lo desarrollamos en un lenguaje que les sea familiar a través de juegos y dinámicas que generalmente se ven desde un plano lúdico. El hecho de situar estos temas desde su propia realidad, nos ha llevado mas de una vez al fracaso de alguna actividad que no ha podido resultar por nuestra incapacidad de situarnos en los códigos en que ellos se desenvuelven, principalmente por el hecho desafortunado de no contar dentro de los monitores con ningún pedagogo. Me parece que este es uno de los espacios de mayor interacción entre el aprendizaje que se promueve desde el prisma de la educación popular entre educadores y educandos. Es en este bloque donde estamos obligados a pensar como niños y a aprender enseñando. El diálogo democrático basado en el amor y en los valores del humanismo solidario, son las mejores herramientas para poder entendernos mutuamente en este contexto. Creo que este es un principio que también debe de ser aplicado a toda forma de voluntariado. Solo es posible una interacción real entre sujetos de realidades distintas cuando la democracia se pone como base de toda relación.
3- En un tercer y último bloque, damos un espacio para que los niños generen proyectos realizables en el corto plazo, que ellos estimen relevantes para sus necesidades dentro de la Villa, y con el objetivo de cumplir la ambiciosa premisa de “cambiar el mundo” siendo el rol de los monitores el de apoyar en el desarrollo y concretización de éstos. El aspecto más importante en este bloque es que los niños experimenten por si mismos que son capaces de generar cambios en su entorno inmediato. La mayoría de los proyectos que surgieron este año estaban ligados con el medio ambiente, extracción de basura y ornato de plazas (su lugar favorito).
Como conclusión creo que el trabajo voluntario como respuesta ciudadana a la pobreza, tiene que estar permanentemente en una reflexión de cómo orientar acciones que sean significativas para la solución de la estructura social que impide una democracia real y que, desde mi punto de vista, es la principal culpable del diagnóstico social al que me referí en la primera parte de mi exposición. Cómo pensar una democracia para todos los chilenos, en donde los derechos sean un ejercicio permanente y no sólo declaraciones de papel. Este es un deber para quienes somos parte del voluntariado si queremos superar en forma definitiva la injusticia social. Me parece que esta es una reflexión que necesariamente está en el terreno político, no entendiendo a la política exclusivamente como la militancia en los partidos, que sin duda alguna ha sido por excelencia la forma de entenderla en nuestro país debido al enorme peso de nuestra historia institucional, sino como el ejercicio ciudadano de poder en el terreno público. Un espacio que permanentemente han ido perdiendo los movimientos ciudadanos debido a los constantes cercenamientos a la largo del tiempo. Tenemos que perder el miedo ha discutir y hablar de política cuando esto resulta necesario